EL SILENCIO QUE MATÓ A JAVIER
El cadáver de Javier García fue localizado en la habitación principal de su apartamento en la urbanización Alto Alegre, ubicada en la avenida Soapire en colinas de bello monte, Caracas. Eran aproximadamente las 7:00 Pm del 15 de julio de 2008, cuando pedro García, su hermano mayor, lo ubicó después de forzar la puerta principal que estaba cerrada con llave.
Javier estaba descalzo y portaba pantalón marrón oscuro y camisa manga larga. Minutos después el medico forense confirmó que el cadáver presentaba tres heridas en el pecho y dos en la pierna derecha todas producidas por un arma blanca. También se determinó que el arma utilizada por el asesino fue un cuchillo de cocina con mango de madera, el cual fue localizado en el baño principal del inmueble.
Funcionarios de la policía de Baruta fueron los primeros en llegar al lugar. Posteriormente los hizo el director de ese organismo el comisario Wilfredo Borras.
Las investigaciones iniciales del caso comenzaron con las declaraciones del vigilante del edificio0, quien para ese momento e ignorando lo que había ocurrido, le impidió la salida a un hombre cuando intentaba marcharse con una maleta. El sereno le advirtió que sin autorización del propietario no podía sacar nada.
El marcó de las investigaciones también se extendió a averiguar donde había estado Javier en un lapso de 24 horas antes del suceso, con quien había compartido, tanto actividades laborales como un circulo amistoso y laboral.
Se supo que en la víspera de su muerte estuvo compartiendo con unas amistades en una discoteca ubicada en la urbanización las mercedes. En consecuencia, allí fueron interrogados los guardias de seguridad del lugar, como los parqueros.
Pruebas de interés criminalístico.
En el apartamento donde sucedió el crimen fueron localizados muchas pruebas de interés criminalístico, y otras que aunque no parecían interesantes para el momento no podían descartarse a priori. Además del cuchillo habían tres maletas cargadas de ropa y objetos personales de la víctima, también víveres y algunos productos que habían sido comprados recientemente.
De lo que no cabe duda es que los funcionarios llegaron a la conclusión de que lo atacaron dormido bajo los ej¿efectos de algún estupefaciente, que forma parte del modos operandi de muchos delincuentes.
Rastreo telefónico
en el apartamento fue localizado el teléfono celular de la víctima que generó controversias, enfrentamientos y terminó siendo lo que esclarecio el asesinato y la detención de los culpables e implicados. Quince días después del homicidio, es decir, el 30 de junio se hizo pública la noticia según la cual, ese teléfono modelo Raízer V3, propiedad de Javier García, había desaparecido de las oficinas del Cicpc en parque carabobo. Se dijo que por esa desaparición de aparato que contenía fotos, vídeos, y datos de importancia para el esclarecimiento de crimen, se abrieron varias investigaciones administrativas y penales a todos aquellos funcionarios que estaban participando directamente en la custodia del celular y si traslado desde el mismo momento en que fue descubierto hasta su desaparición.
Implicados directos
el rastreo telefónico condujo a la ubicación de varias personas entre ellos el dueño de un conocido restaurant en Las Mercedes cuyo número telefónico fue discado en varias oportunidades desde el celular de la víctima.
Luego de entender la gravedad del problema y el alto índice de culpabilidad que tenía admitió haber conocido a Javier . Isaacs Oberto Molleda Zarraga de 24 años de édad le dijo a los funcionarios que lo había conocido un año antes y que en varias ocasiones le pagaba una cantidad alta de dinero para tener actos lascivos con el. A cambio de la información rogó que se mantuviera en secreto la declaración pues alegó que tenía una familia e hijos y no quería que estos se vieran perjudicados con la noticia.
Privativa de libertad
A pocos días de las declaraciones del director del cicpc, Marcos Chavez, en sentido que tenía a urb resguardo al presunto asesino del periodista, el 28 de junio fue conocida la medida de privativa de libertad dictada en contra de Isaacs Molleda por el delito de homicidio calificado con móvil de robo, por parte del tribunal 9 de control del área metropolitana de Caracas.
Un día ante los funcionarios policiales habian allanado una residencia, la quinta los monos, ubicada en la calle Calamar de Lechería en el estado Anzoátegui, bajo la presunción de que desde allí se había difundido las fotografías del cadáver de la víctima.
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